sábado, 7 de mayo de 2022

UN RECLAMO JUSTO A LAS ANTIGUAS FARC – EP.

 

AFECTACIONES COLECTIVAS Y COMUNITARIAS

“Caldono 20 de marzo del 2021”

Por: Julio Cesar Pascue Ulcue

Vice Gobernador del Resguardo San Lorenzo de Caldono.

 

Con la certeza de que vamos hablar desde la sinceridad y la honestidad, al pueblo al cual hoy nos dirigimos, ese pueblo que es heredero de la lucha y resistencia de nuestros ancestros y que desde 1492 hasta la fecha aún sigue siendo víctima del conflicto político y armado y que a pesar de ello se niega a sucumbir ante quienes hoy aún persisten en la guerra. A pesar de ello, hoy seguimos aquí firmes, coherentes y consecuentes apostándole a la paz, tal como se manifestó en 1991 con la dejación de armas del grupo armado Quintín Lame, y tal como lo manifestamos en el 2016 que culminó con la dejación de armas de las extintas FARC- EP.

El conflicto político y armado que por más de medio siglo vivió Colombia, afectó de manera directa estos territorios, y que para el caso de Caldono sus primeros hechos se dieron con incursiones desde los primeros años de la década del 90 y que fueron escalando de manera gradual y brutal contra nuestros comuneros hasta el año 2014. Incursiones que si bien en algunas ocasiones se daban en la ruralidad o como en otras que empezaban en los cascos urbanos como Caldono y Siberia las confrontaciones terminaban siempre en el área rural de nuestro municipio, acabando con la paz de nuestros campesinos e indígenas, de las familias que se vieron obligadas a estar en zozobra que incluso les toco desplazarse del territorio para poder salvaguardar sus vidas.

La presencia de las extintas FARC- EP en el territorio, acabó con la armonía, rompió el tejido social, y le negó al pueblo Nasa de Sat Tama Kiwe la posibilidad de construir su propio camino, pues se tuvo que dedicar por un lado a enfrentar al estado y al gobierno con sus políticas nefastas contra el territorio y por otro lado se tiene que enfrentar al actor armado con el fin de evitar de que sus comuneros sean asesinados, reclutados, señalados, estigmatizados y desplazados de sus territorios. Pues el enemigo interno que termina siendo consigna del Gobierno para enfrentar a las insurgencias ahora también es adoptado por parte de las FARC para perseguir a comuneros y a líderes que entran a enfrentar y a cuestionar el proceder sobre el territorio y sus comunidades frente a los abusos y desarmonías que se cometen por su accionar armado.

Además, podemos añadir que la presencia del actor armado termina cuestionando a la autoridad tradicional y deslegitimándolo ante su comunidad, hecho que en algunas ocasiones lo supedita a los intereses del actor armado y que pone en confrontación entre comuneros y autoridades. A este hecho podemos añadirle cuando hombres armados irrumpen en una asamblea que se llevaba a cabo en el resguardo de Pioya, negando con esto la posibilidad a que los comuneros puedan reunirse a dialogar, concertar y construir sus planes de vida sin que haya injerencia externa. Las FARC le negó la posibilidad a las comunidades indígenas que pudieran construir su propio camino dentro de la vida democrática del país, pues desde la dejación de armas del Quintín Lame se dijo no más a las armas, pero desafortunadamente este hecho fue aprovechado para reclutar, lo cual permitió que algunos comuneros fueran cooptados y que estos ayudaran a permear a través de las ideas inculcadas de revolución el retorno del conflicto armado esta vez con ideas ajenas al propio pensamiento de los pueblos originarios.

Con la llegada de las FARC a los territorios también se vio afectada la espiritualidad ya que fueron copados los sitios sagrados y utilizados como lugares para establecer campamentos, a los The Wala se les restringió la movilidad durante las noches, tiempo que en veces era utilizado para visitar los sitios sagrados y hacer sus pagamentos así como en ocasiones eran también la noche utilizada para trasladarse a la casa de los comuneros para realizar las armonizaciones o incluso la negación de los comuneros a que transitaran en horas de la noche para que fueran a donde un The Wala a pedir ayuda en caso de tener un pariente enfermo.

Si esto sucedía con las personas o comuneros que habitaban el territorio imagínense ustedes con las personas que salían fuera de él bien sea a jornalear o irse, para el caso de las mujeres hacia las capitales como Popayán y Cali a trabajar como empleadas domésticas a quienes se sembró sobre ellos, la duda y la desconfianza y que en muchos casos fueron señalados y estigmatizados bajo el argumento de ser colaboradores del Estado.

En los 240 hechos registrados para el caso de Caldono, en las que se cuentan las incursiones guerrilleras, tomas al casco urbano de Caldono y Siberia, hostigamientos, entre otros. Nos arrebataron a las comunidades indígenas y campesinas nuestros jóvenes y jovencitas a través del reclutamiento; además a estos jóvenes le negaron la posibilidad de seguir estudiando, cuando destruyeron la escuela Arlex Tangarife y la escuela de las hermanas Lauritas. También le arrebataron los sueños de la Joven Yeny Alexandra Sandoval cuando fue asesinada en una de las tomas a Caldono, sueños que también fueron arrebatados al niño Carlos Andrés Puní Ulcue cuando fue reclutado y cuando el apenas tenía 14 años y estaba cursando sus estudios de primaria. Estos hechos son algunos de los tantos que dejo a su paso por el territorio las FARC - EP Con estos dos casos que cito podemos ver la magnitud de lo que vivieron nuestros niños y niñas y nuestros jóvenes. El conflicto político y armado le arrebato a niños y niñas la posibilidad de crecer con sus padres; a las madres se les arrebato la posibilidad de ver crecer a sus hijos y hoy aún guardan la esperanza que retornen a sus hogares, o como el caso de la Mayora Eliodora Vivas a quien la incursión de las FARC le negó la posibilidad de vivir una vejez al lado de sus hijos y nietos. 

El tejido social que el conflicto armado rompió y que para nuestro caso fue las FARC – EP, que a través de su discurso de revolución inculco en algunos comuneros, conllevo a que quienes fueran amigos se convirtieran en enemigos, familias que fueran muy unidas se desunieran bajo el criterio de ser colaborador o infiltrado de X o Y bando armado, que la comunidad fuera utilizada como argumento de cambio social sin consultarle si ese era el camino que realmente ellos habían elegido.

Hoy después de cuatro años de haberse firmado el acuerdo de paz entre el Estado Colombiano en cabeza del Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP, seguimos aquí con la misma disposición y bajo la senda de la paz para nuestros territorios, y así como prestamos nuestros territorios en mayo del 91 para que el Quintín Lame dejara las armas y volviera a la vida civil o así como lo manifestamos en la carta que denominamos del silencio a la palabra carta que sirvió para que las autoridades de Caldono, Pioya, Pueblo nuevo y Tumburao permitieran la instalación en nuestros territorios y permitiera la dejación de las armas de nuestros comuneros que militaban en las FARC – EP, Es tal el compromiso de estas comunidades que desde la llegada a esta tierras a la zona campamentaria en pueblo nuevo el 27 de enero del 2017, tanto las comunidades como las autoridades han estado prestos a garantizar a que los comuneros sigan en el proceso de reincorporación.  

Ante este compromiso adquirido por autoridades y comunidades le solicitamos a quienes Fueron Mandos de las FARC – EP a que se comprometan a establecer una ruta de dialogo con las autoridades y comunidades del territorio SAT TAMA KIWE, para avanzar en la construcción de una paz estable y duradera y que permita a partir del reconocimiento de responsabilidades, conocer la verdad, reparar a las víctimas, ayudar a buscar a quienes hoy aún se encuentran desaparecidos y que permita a partir de ahí la reconciliación entre las comunidades indígenas y campesinas, entre hermanos y hermanas, entre vecinos y vecinas.

Nota: Documento aprobado por las seis autoridades del territorio ancestral Sat Tama Kiwe, para ser leída en el marco del reconocimiento de responsabilidades por parte de las antiguas Farc-ep, dándole así cumplimiento a lo pactado en el capítulo étnico y el SIVJRNR - CEV